Canadá aprovecha la última tecnología para minimizar el impacto ambiental en minería2 min lectura
En su propósito de posicionarse como un proveedor confiable y responsable de minerales críticos para la transición energética, Canadá está encaminando su estrategia que prioriza la gestión responsable de los recursos que maximice la aceptación social a través de prácticas empresariales sostenibles, aprovechando la última tecnología para minimizar el impacto ambiental de los proyectos mineros.
En la presentación del Foro del País Aliado: “El liderazgo canadiense en minería sustentable y climáticamente eficiente”, el embajador Louis Marcotte mencionó que el Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM) considera que la próxima década será crucial para las empresas mineras, tanto en términos de lucha contra el cambio climático, como de avance hacia nuevas alternativas que creen valor para las comunidades.
Asimismo, refirió que la Corporación Financiera Internacional estima que la producción mundial de cobre y níquel deberá duplicarse e inclusive triplicarse para impulsar la transición energética necesaria para luchar contra el cambio climático y esto supone un gran reto y oportunidad para la industria minera.
En esa línea, el embajador Marcotte considera imperativo que las empresas realicen minería bajo los criterios ESG de naturaleza ambiental, social y gobierno corporativo; además de garantizar valor para las comunidades.
Recordó que, a lo largo de décadas, Canadá y su modelo de clústeres mineros desarrollaron sinergia y aprendizaje compartido para crear valor en áreas de gran actividad comercial constituidas por empresas mineras, pymes, universidades, institutos técnicos y centros de investigación.
De esta manera, la cadena de valor de suministro involucra a miles de empresas locales que no solo abastecen a las minas en sus áreas de influencia, sino que también exportan una variedad cada vez mayor de bienes y servicios a la industria minera global.
Dijo que a través de una hoja de ruta compartida se puede impulsar el desarrollo y la adopción de tecnologías con productos, procesos y servicios diseñados para remediar y prevenir el impacto ambiental, promoviendo la inclusión.
“Estos esfuerzos son cruciales para el éxito a largo plazo de los proyectos extractivos y la sostenibilidad de los beneficios para las comunidades anfitrionas; con medidas para adaptarnos y luchar contra el cambio climático, podemos construir comunidades y economías que puedan prosperar para las próximas generaciones”, concluyó.