First Quantum suspende operaciones en la mina de níquel Ravensthorpe debido a la caída de precios y exceso de suministro2 min lectura
En una respuesta a la continua presión económica, la empresa minera canadiense First Quantum Minerals ha anunciado la suspensión de las operaciones en su mina de níquel Ravensthorpe, ubicada en Australia Occidental. Este movimiento se produce tras el cierre forzado de su gigantesca mina de cobre en Panamá. La medida, que tendrá una duración de dos años, se enfoca en la venta de níquel almacenado para mantener la rentabilidad en medio de la caída de precios.
La decisión implica una reducción significativa del 30% en la fuerza laboral de la operación, afectando a aproximadamente 125 personas. La empresa planea vender níquel de sus existencias, estimando que estas durarán entre 18 meses y dos años. Posteriormente, se reanudará la extracción en los yacimientos Hale Bopp y Halleys en Ravensthorpe.
La mina de níquel Ravensthorpe ha enfrentado desafíos económicos en el pasado, suspendiéndose previamente entre 2017 y 2019. En 2021, produjo alrededor de 30,000 toneladas de níquel en precipitado de hidróxido mixto, así como cerca de 1,000 toneladas de cobalto. La reciente pérdida de $66 millones en los primeros nueve meses de 2023 y la disminución continua de los precios del níquel son factores clave detrás de esta decisión.
Expertos de BMO han respaldado la decisión, indicando que recortes adicionales en la oferta son necesarios para equilibrar los mercados en un entorno de exceso de suministro global de níquel y cobalto. Esta noticia se suma al cierre reciente de la mina de níquel Savannah de Panoramic Resources en la región de Kimberley, eliminando 140 empleos.
En 2021, First Quantum vendió el 30% de la mina Ravensthorpe por $240 millones a POSCO de Corea del Sur, uno de los mayores productores de acero del mundo. Aunque la empresa canadiense retuvo el 70% de la participación, la caída de precios del níquel destaca la necesidad de adaptarse a un mercado volátil y desafiante. El precio del níquel, utilizado tradicionalmente en la fabricación de acero y cada vez más en la producción de baterías, ha alcanzado mínimos de dos años. Los analistas de Fastmarkets prevén un excedente anual adicional de 170,000 toneladas en el mercado del níquel en 2024, acentuando la necesidad de ajustes estratégicos en la industria.